Somos la tercera institución más antigua de Granada, según los estudios existentes, tras el instituto público Padre Suárez y el colegio de los padres Escolapios.
Una institución siempre a la vanguardia
El centro destacó ya desde su origen por ser la primera iniciativa de enseñanza con origen propiamente granadino y de carácter laico; una nota distintiva en una tierra que no a finales del siglo XIX estaba muy castigada por el analfabetismo y el atraso cultural. Por eso se eligió el nombre de “San Isidoro”, tal vez el sabio andaluz, español y europeo más importante de la Alta Edad Media. Un faro de erudición y humanismo en un océano de ignorancia y violencia. El autor de las Etimologías, la enciclopedia que se adelantó mil años a la Ilustración, y quien sigue siendo hoy un referente de vanguardia al estar considerado el patrón del conocimiento acumulado en internet
Durante su primer cuarto de siglo el Colegio fue creciendo y cambió, debido a este motivo, varias veces de ubicación, pero siempre dentro del barrio de San Juan de Dios en el que había nacido. En 1896 se trasladó de su sede original de la calle Cardenal Mendoza a la Plaza del Boquerón donde estuvo tres años. En octubre de 1899 pasa a la casa que entonces era nº 14 de la calle Mano de Hierro (hoy nº 9), donde impartió enseñanza hasta diciembre de 1911. En enero de 1912 pasa a una ubicación mucho más estable y grande con acceso tanto por la calle Arriola 13 (hoy nº 4) como por Mano de Hierro 20 (hoy nº 3), y cambia su primitivo nombre por el de Academia Isidoriana. Allí permanecerá más de sesenta años, como aún recuerdan muchos de sus miles de antiguos alumnos y alumnas.
A la muerte de José Molina Fernández, en diciembre de 1931, accede al cargo de Director su hijo Luis Molina Gómez (1907-1991). El Colegio San Isidoro y la Academia Isidoriana tuvieron internado desde su nacimiento hasta el final de la Guerra Civil; tiempo durante el que el Colegio, por cierto, no cerró sus puertas.
En 1939, cuando se crean por el Ministerio de Educación los colegios “reconocidos”, accede a esta categoría, examinando desde entonces a los alumnos que antes debían hacerlo en los institutos públicos.
En esta misma fecha deja de existir, por un Decreto del Ministerio de Educación, la enseñanza mixta. Por eso el centro se duplica y se convierte en colegio masculino -Academia Isidoriana- y Colegio femenino de San Isidoro. Sin embargo, desbordados por el aumento del número de estudiantes masculinos, el colegio femenino dejó de impartir sus clases veinte años más tarde. En los años setenta, cuando se recupera la educación mixta, vuelve a acoger alumnas.
En el curso académico 1961-1962 se celebraron las bodas de platino, al cumplirse los 75 años de existencia. Con este motivo, el Ayuntamiento de Granada, que entonces presidía Manuel Sola Rodríguez Bolívar, le concedió el título de “Institución Predilecta de Granada” y, la Asociación de Antiguos Alumnos pidió la concesión de la Orden de Alfonso X el Sabio para su Director, Luis Molina Gómez, que le fue otorgada ese mismo año por el Ministerio de Educación.
El 3 de abril de 1965, al quedar pequeño el caserón de la calle Arriola que durante más de medio siglo albergó el centro, se pone la primera piedra de una nueva sede que se inaugura en mayo de 1967. El emplazamiento es en la zona de expansión urbana del Camino de Ronda, junto a la Vega, en lo que entonces era el pago (y hoy es el barrio) de Arabial. El Ayuntamiento decidió denominar la calle de la nueva ubicación con el nombre de San Isidoro. Desde 1967 hasta 1975 funcionaron simultáneamente la Academia Isidoriana y el Colegio San Isidoro, hasta que finalmente se trasladan a este último todas las dependencias.
Es en las décadas de los 60 y 70 se van incorporando a la gestión los tres hijos varones del matrimonio formado por Luis Molina Gómez y María Galdeano Moreno, es sin duda otra personalidad clave en la historia del Colegio. Luis, José Manuel y Antonio acabarán relevando a su padre cuando éste se jubila tras más de cincuenta años al frente del centro. En 1981 se configura la sociedad familiar que asumirá luego la titularidad formal. Coincidiendo con la reforma de la educación y el desarrollo del autogobierno andaluz el centro accede al concierto educativo con la Junta de Andalucía que mantiene hoy en el segundo ciclo de la Educación Infantil, Educación Primaria y Educación secundaria.
Reconocimientos a la institución
En el curso 1986-1987 el Colegio celebró su centenario. El Ayuntamiento de Granada, presidido por Antonio Jara Andreu, le concedió a Luis Molina Gómez la medalla al Mérito de la Ciudad. Además, en un hecho muy poco frecuente para personas todavía vivas (no fallecería hasta 1991), decidió bautizar con el nombre de “Profesor Luis Molina Gómez” la parte de la calle San Isidoro donde se ubica; lo que hoy conecta el cruce de Arabial con la Circunvalación, a la altura de la plaza del guitarrista Manuel Cano (antiguo alumno isidoriano).
Durante los últimos años del siglo XX el Colegio registró el mayor número de alumnos matriculados de su historia y también alcanzó la paridad masculina-femenina. A la muerte prematura del tercer Director Luis Molina Galdeano (1941-2002) el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte le otorgó la Encomienda de la Orden de Alfonso X el Sabio y el Ayuntamiento de Granada, que entonces presidía José Enrique Moratalla Molina, le concedió la medalla de Oro al Mérito de la Ciudad. Unos años más tarde, ya con el alcalde José Torres Hurtado, la ciudad vuelva a distinguir a la institución al entregarle la Granada de Plata.
Tras la jubilación de los Directores José Manuel Molina Galdeano (1946) y Antonio de Molina Galdeano (1950), la familia Molina Álvarez de Cienfuegos asume la gestión del centro, designando en agosto de 2016 la sexta, y por ahora última, Directora de la historia del Colegio: Gloria Álvarez de Cienfuegos Rivera (1940), que es la esposa del desaparecido Luis Molina Galdeano pero también la profesora de más larga trayectoria en el último medio siglo isidoriano.
Tras la jubilación de los Directores José Manuel Molina Galdeano (1946) y Antonio de Molina Galdeano (1950), la familia Molina Álvarez de Cienfuegos asume la gestión del centro, designando en agosto de 2016 la sexta, y por ahora última, Directora de la historia del Colegio: Gloria Álvarez de Cienfuegos Rivera (1940), que es la esposa del desaparecido Luis Molina Galdeano pero también la profesora de más larga trayectoria en el último medio siglo isidoriano.
El 26 de abril de 2017 se celebró el 130 aniversario de la fundación (y el medio siglo de la inauguración de la sede actual) con presencia del alcalde Francisco Cuenca Rodríguez y la consejera de Educación de la Junta de Andalucía, Adelaida de la Calle Martín, quienes inauguraron una placa en homenaje a Luis Molina Gómez.
Con una mirada en el presente y el futuro
Desde el curso 2016-2017 el Colegio ha emprendido una intensa actividad de renovación pedagógica, destacando la implantación de enseñanza bilingüe, la apuesta por la internacionalización a través del programa Erasmus+ y ampliando la oferta educativa al ciclo infantil 0-3 años de modo que se configura como uno de los pocos centros de Granada que educa de forma integral desde el nacimiento hasta la Universidad.
En este afán de renovación no podemos olvidar la reforma continúa de nuestras instalaciones a través de la instalación de una zona exterior totalmente adecuada para nuestros pequeños, matenimiento de nuestras pistas deportivas o la implantación de pantallas digitales en todas nuestras aulas, como parte de nuestro proceso de digitalización dentro del que contamos también con un biblioteca virtual, sala de informática o nuestra plataforma digital Educamos y recursos varios.
El Colegio está siendo ya plenamente gestionado por la cuarta generación de la familia Molina y varios miembros de la siguiente conocen bien sus aulas. En 2018 finalizó sus estudios de Bachillerato la bisnieta mayor de Luis Molina Gómez y se matriculó como alumna del primer ciclo de educación infantil su bisnieta más joven. Cinco generaciones desde que su tatarabuelo fundase el centro.
Hoy, la comunidad educativa (formada por el Consejo escolar, la Dirección, el Claustro de profesores, el personal de apoyo, los padres y madres, los antiguos alumnos y, desde luego, sus actuales estudiantes) sigue animada por el mismo espíritu isidoriano de siempre.
El Colegio aborda su futuro con ilusión y sin olvidar su objeto principal de formar nuevos ciudadanos, según el lema de San Isidoro (“Doctrina et Vita”) que nos insta a unir ciencia y humanidad. En su historia centenaria el Colegio ha educado a catedráticos, profesionales, deportistas, empresarios, escritores, políticos y –por encima de todo- niños y niñas de todas las condiciones sociales. Durante su trayectoria, sobre todo cuando la enseñanza no era un derecho, la institución se ha señalado por su atención a las necesidades de la población de Granada, desde impartir gratuitamente clase a los alumnos enfermos del Hospital de San Rafael, o a los acogidos por los hermanos Obreros de María, a crear unas “becas” internas para ayudar a los cientos de alumnos que no merecían dejar el centro por motivos económicos.